Cuenta Alex Kanevsky que, tras finalizar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Pennsylvania, decidió que podría dedicar toda su vida artística a pintar solo manzanas. Creo que todo artista, sufre esa incertidumbre al principio de su carrera. Hay que encontrar un tema, hay que ser original para encontrar tu propio camino en el arte. . Kanevsky, tal vez pensó que como Cezanne o Morandi, podría concentrarse en pintar manzanas individuales y a través de esta búsqueda tan específica, profundizar y llegar a trascender; una suerte de «manzanidad» que justificase su razón de ser como pintor.
Como era de esperar, se cansó al poco tiempo, pero, al menos, le proporcionó un punto de partida para mostrar doce pinturas de manzanas en su primera exposición publica. Esta forma de pensar es reveladora del espíritu inquieto de Kanevsky y de su firme determinación de dejar una huella artística significativa y personal.
Superada la etapa de las manzanas, Kanevsky pintó el cuadro «mer de roses». La imagen de un perro enfurecido corriendo le parecía todo un símbolo de su propia actitud frente a la pintura y quizá representa su verdadero punto de partida como artista. Visto en retrospectiva este cuadro ya anticipa algunos de los elementos característicos de la pintura de Kanevsky: el movimiento, el misterio y, técnicamente, una pincelada suelta y muy expresiva.
Alex Kanevsky vive y pinta en Pennsylvania y también ha ejercido como profesor en la PAFA. (Academia de Bellas Artes de Pennsylvania) pero nació en Vilnius, Lituania donde estudió matemáticas antes de emigrar a los Estados Unidos decidido a ganarse la vida como pintor. Estuvo trabajando como ilustrador hasta que se licenció en Bellas Artes por la PAFA.
Alex Kanevsky Temática
Alex Kanevsky parece haber renunciado voluntariamente a desarrollar proyectos o investigaciones pictóricas de cualquier tipo. Su voluntad se podría resumir en que sólo intenta pintar bien. El tema mas frecuente de sus cuadros es el ser humano en su entorno. Normalmente representa interiores donde los personajes no están posando sino sumidos en cualquier momento de actividad cotidiana. El espectador se convierte en un «voyeur» que no debería estar presenciando el momento de intimidad que tiene delante.
Inspirado por una exposición en la que pudo ver algunas pinturas chinas del siglo XVI realizadas sobre rollos de pergamino o seda, Kanevsky realizó una serie de pinturas en un formato muy apaisado donde trataba de extender el concepto de retrato de personajes para incluir mas información del entorno. Se trata de un propuesta narrativa en la que determinadas secuencias de la vida cotidiana del personaje tienen mas o menos protagonismo en función del tiempo que les dedica.
Eventualmente ha pintado algunos paisajes y hasta una corta serie de marinas que pintó durante una estancia en Irlanda retado por el pintor inglés Trevor Sutton.
Su pintura se mueve entre la figuración y la abstracción. Toma elementos parciales de la realidad y los combina de forma aparentemente arbitraria para conseguir lo que Kanevsky denomina un “determinado clima emocional”. Puede ser la repetición especular de imágenes, el desplazamiento de las figuras en el espacio o rostros desdibujados. Los planos de color del fondo y de la figura se entremezclan e invaden sus respectivos espacios. En cualquier caso, lo que siempre acaba aflorando es su exquisito gusto en el uso del color y del dibujo.
Alex Kanevsky Técnica y medios
Alex Kanevsky es un pintor de óleo. Son característicos de sus cuadros esos planos de color limpios salpicados por unas veladuras muy líquidas. Como medio usa esencialmente Liquin, el alquídico en gel de Winsor&Newton. Confiesa no ser particularmente cuidadoso con la organización y uso de los colores. Tiene junto a su paleta, una pila de tubos de óleo entre los que rebusca el que necesita en cada momento. Usa dos tipo de cada uno de los colores primarios; uno transparente y otro opaco. Los colores tierra también tienen buena presencia en su paleta por ejemplo el «transparent oxide brown» está presente en muchas de sus obras.
Normalmente pinta sobre tablero excepto en los formatos muy grandes (no muy habituales en él) en los que recurre al lienzo. Se define como un pintor impaciente, incapaz de aproximarse a la pintura de forma metódica y laboriosa. Pinta muy rápido, persiguiendo ese clima emocional que trata de conseguir en un solo intento. Como es difícil conseguirlo a la primera, vuelve a repintar todo el lienzo en una segunda capa y así, sucesivamente, va construyendo la obra. En el cuadro van quedando pequeñas lagunas de las capas previas que decide conservar y que van añadiendo riqueza y expresividad. En su página web, muestra los procesos intermedios de algunos de sus cuadros. La transformación es sorprendente; en esa búsqueda, a veces cambia completamente la posición del sujeto o lo elimina y coloca otro distinto. Cambian los fondos y los colores. Con este método tan valiente y poco deliberado crea obras de gran riqueza expresiva que respiran por la cantidad acumulada de intenciones pictóricas.
En sus obras se advierte también su amor por el dibujo. Como Antono López, Alex Kanevsky también realiza dibujos concebidos como obras terminadas y no solo como bocetos o material preparatorio para sus cuadros. Son obras de líneas limpias y delicadas de grafito en las que va superponiendo y corrigendo los movimientos; a veces involuntarios y otras, deliberados y solicitados al modelo.
En busca de la claridad
Quizá la única forma de superarse en la pintura es asumir riesgos. Trabajar en esa región borrosa que se encuentra entre la competencia y la seguridad de la técnica y la incompetencia y el miedo. Cuando se ha desarrollado esa lucha para crear una obra, el resultado nunca te avergüenza. Miras atrás y ves al menos, una obra honesta. Creo que esa es la principal cualidad de Alex Kanevsky: su búsqueda, un poco temeraria, de la inmediatez, la frescura y la claridad.
Libros:
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